martes, 21 de abril de 2009

CARTA AL FEDERAL

Valcarlos, Brañas y Marxismo
Leyendo el ultimo número de El Federal, dentro de la reseña del libro “Crónica del Carlismo en Valladolid (1833-2007)” me encuentro con que se menciona la participación de batallones castellanos y valencianos en la retirada de Valcarlos, afirmando que fueron los únicos que acompañaron en aquellas difíciles horas a Carlos VII, olvidándose así la presencia asturiana. Lo cierto es que durante la Tercera Guerra Carlista un número bastante significativo de carlistas de la tierra a la que Carlos VII se refería como “el leal Principado” se trasladaron al frente vasco, y bastantes de ellos acompañaron y protegieron la retirada de aquel rey. Así en 1971 nos dejo escrito lo siguiente el historiador tradicionalista asturiano J. E. Casariego: «Muchos carlistas del Principado fueron a luchar al norte, donde se constituyeron los batallones primero y segundo de la línea de Asturias y “guías de leales asturianos”. Estas fuerzas tuvieron una participación heroica en la batalla de Somorrostro, donde murieron dos oficiales luarqueses, los hermanos Villar al proponerse tomar por sorpresa el fuerte de Somorrostro, para ofrecérselo al rey don Carlos como regalo de su Ejército en el día de su santo. Los batallones asturianos cubrieron la retirada del Rey hasta el paso de Valcarlos, al final de la guerra, perdiendo en esa lucha desesperada con el grueso del Ejército liberal gran parte de sus efectivos. Los restos supervivientes de estos batallones astures acompañaron al Rey cuando pasó a Francia confirmando con tantos sacrificios el titulo que se les dio de “Leales asturianos».
Por otro lado, he encontrado de lo más interesante al artículo de Mario Gallego Rey sobre Alfredo Brañas, una figura carlista de primer orden que parecía haber caído en el olvido dentro del propio Partido Carlista y que a finales del siglo XIX jugó un papel fundamental en el inicio del proceso de reconstrucción nacional de Galicia. Brañas fue el máximo teórico del regionalismo en su momento, influyendo tanto en carlistas como en regionalistas/nacionalistas no carlistas, tanto en Galicia como fuera de Galicia, siendo una de las fuentes de las que más bebió el catalanismo. Y resulta muy oportuno reivindicar su figura poniéndola en relación con el imprescindible contexto ideológico carlista sin el cual no se entiende plenamente su pensamiento, pues como ocurre con otros autores carlistas hay personas a las que molesta recordar su afiliación carlista. Una de esas personas es Carme Hermida, militante del BNG y profesora de la Universidad de Santiago.

En el marco de un seminario sobre “Llingua, clase y sociedá” desarrollado en la Universidad de Uviéu en marzo del 2006 como fruto de una interesante colaboración interdisciplinar entre los Departamentos de Historia y Filología Hispánica de la Universidad asturiana, tras una conferencia de Carme Hermida sobre “O galego: unha lingua de maiorias reivindicada por minorías” durante el turno de preguntas y respuestas se produjo un dialogo entre ella y quien esto escribe, en el cual Hermida minimizó el carlismo de Brañas e intentó desvincularlo de su patriotismo gallego, hasta el punto de afirmar incluso que sus posicionamientos regionalista y carlista correspondían a ¡dos momentos diferentes de su vida! Cuando a esta profesora universitaria se le ocurrió afirmar que la faceta política carlista de Brañas era muy poco conocida y le intente recordar bibliografía publicada en Galicia desde la década de 1970, ella optó por salirse por la tangente exclamando que en Galicia el carlismo no interesaba… ¿Será que al BNG no le interesa el carlismo de Brañas para su particular “Invention of Tradition”?

Respecto al articulo “Finalidad y perfección de las ideas” me sorprende leer la siguiente afirmación: «el sistema ideal marxista encuentra su realización material en la revolución bolchevique de 1917 (…) y alcanza su perfección únicamente en el Estalinismo». Si no recuerdo mal, el Partido Carlista asumió en la década de 1970 la metodología del materialismo histórico como una herramienta útil para conocer y analizar la realidad social, no habiéndose abandonando ese posicionamiento en ningún Congreso Federal.

Sobre la revolución rusa, Antonio Gramsci (contemporáneo de dicha revolución, la mayor figura que el Partido Comunista de Italia tuvo en su historia y uno de los pocos teóricos marxistas de aquella época que aún conservan gran actualidad) afirmo que había sido una revolución contra El Capital de Carlos Marx, pues al realizarse en una formación social subdesarrollada rompía con los esquemas históricos previstos por el marxismo ortodoxo. Y el Estalinismo realmente no supuso ningún perfeccionamiento del marxismo sino su empobrecimiento desde una perspectiva muy economicista, convirtiendo lo que en Marx eran hipótesis de trabajo en leyes dogmáticas que tenían que aplicarse mecánicamente.
Javier Cubero de Vicente.
(Xixón, Asturies)

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