Como estatutariamente estaba previsto, al cumplirse los cuatro años del anterior se convocó el XII Congreso ordinario del Partido Carlista, que se celebró los días 12, 13 y 14 en los locales de una militante en Berriozar, población cercana a Pamplona
Cumpliéndose en todas sus partes el programa previsto, el día 12 estuvo dedicado a las acreditaciones de los delegados de los partidos carlistas (algunos, que no habían podido acudir tal día, viernes, lo harían al siguiente poco antes de dar por iniciado el congreso), así como a la rueda de prensa previamente convocada en la sede de Pamplona del Partido Carlista de Euskal Herría–EKA, en la que participarían el compañero Francisco Zamora, el Secretario General de EKA José María Porro y el Secretario General Federal saliente Evaristo Olcina (a destacar que este XII Congreso ha sido el primero en el que la prensa diaria de Pamplona ha publicado extensas referencias tras cada jornada). Por último, la de recepción se completó con la visita a los nuevos locales adquiridos recientemente por EKA-Navarra, en los que se había instalado una exposición con prensa y fotografías históricas carlistas, y donde se ofreció un vino a los asistentes.
El siguiente día 13 se completó la acreditación de los delegados que no lo habían podido hacer la víspera, cita en la que se lamentó la falta por fallecimiento de José Angel Pérez Nievas y de Carmen, su mujer, de los valencianos Carles Vilar y Carles Arnal, de Sebastián Molinero, del catalán Carles Isern…, y de algunos otros/as por enfermedad pese a haber, estos, oportunamente aportado diversos trabajos que serian debatidos en las inmediatas sesiones.
Constituida la Mesa, integrada por casi los mismos miembros de la del congreso anterior celebrado en Tolosa, se pasó a oficializar tanto las ponencias recibidas como las réplicas a las mismas para su distribución y agrupamiento según las materias y planteamientos a que las mismas hacían referencia.
La tarea de tal trabajo preparatorio paradójicamente en un principio pareció complicada en base a que ni en las ponencias ni en las réplicas presentadas se planteaba ninguna modificación estatutaria o ideológica. Salvo una, que mas que propuesta formal era simple reflexión relativa a la incidencia interna que pudiera tener para el partido la opción confederal –y que, por su simplicidad y brevedad, fue tratada en primer lugar-, las restantes, por una parte complementaban, desarrollándolo, el ya asentado corpus ideológico y programático, y por otra contenían propuestas para una mejor estructura organizativa y utilización de medios por el partido.
En base a lo anterior, y a que, a diferencia del celebrado en Tolosa, no se planteaban temas de necesaria dedicación separada por su trascendencia o especificidad –en el anterior lo precisaron especialmente el de Federación/Confederación, o Juventudes- por la Mesa se acordó el debate asambleario de los trabajos presentados -en total una docena- debidamente distribuidos por temas afines.
Algo que también se patentizó en el congreso fue la carencia no de normativa para la mejor funcionalidad del partido, que evidentemente si la hay (en especial a partir del VIII congreso), sino de su sistematización para hacerla mas asequible a su conocimiento y aplicación. Como dos muestras se expusieron el reglamento de la Comisión de Conflictos y Disciplina, o los requisitos para la constitución de partidos federados (hasta el presente solo dos: el Partido Carlista de Euskalherría-EKA y el Partit Carlista del País Valencià-PCPV). Ante ello se acordó crear una comisión encargada de la recopilación de normativa existente y ordenación y sistematización de la misma como fundamental referencia al proyecto en elaboración por dos de los miembros actuales de la misma. Asimismo fue designado el sustituto de uno de los miembros de la Comisión de Disciplina, puesto vacante desde hacía un par de años.
Igualmente surgirían los dos planteamientos de concepto de la convivencia territorial –federación, confederación- ya enunciado –el de la Confederación- en el IX Congreso celebrado en Pamplona el año 1996 sin que promoviera debate alguno, siendo ampliamente tratado en las especificas Jornadas de Barcelona (2003) y que seguidamente motivaría ponencias y estudio por comisión en el XI celebrado en Tolosa (2004) donde se elaboró una conclusión aprobada por el plenario y de la que se leyó ahora, en el congreso objeto de esta crónica, el siguiente significativo párrafo de dicha conclusión debido al profesor Salvador Gómez de Arteche: “El Partido Carlista se ratifica en su profesión del principio federalista, en la variedad de Fueros y propone la Confederación, lo cual implica respeto a la personalidad plena de los países integrantes” Dado que fue planteada alguna objeción al mismo, por la Mesa se acordó un último examen extracongresual de tal texto en relación con la ideología oficial del partido para la fijación definitiva de nuestra propuesta sobre territorialidad; en consecuencia se designaron los militantes encargados de la misma.
Según lo que advertíamos al principio, las ponencias presentadas no exigian el estudio por comisión, sino un examen asambleario, aunque sí, por ser cuestiones de carácter técnico –lo referido al actual reto informático- o de trabajo recopilatorio y de ordenación normativa, imposibles de cumplir en dos jornadas, igualmente se acordó que por los propios ponentes se trabajara para obtener conclusiones a presentar al Consejo Federal de Dirección, máximo órgano entre congresos.
Por uno de los delegados asistentes fue planteada la necesidad de disponer de una propuesta programática a ofrecer en cualquier confrontación electoral. La misma podría ser medianamente extensa y contar con otra –se habló de “tríptico”- mas práctica y operativa por su simplicidad expositiva en temas esenciales. De esto último ya podemos ofrecer tal trabajo en las páginas del presente número de El Federal.
Otro de los objetivos a cumplir en cualquier congreso ordinario del partido es la renovación cuatrienal del Secretario General Federal. A tal puesto de responsabilidad no se presentó ni fue presentado nadie para sustituir a quien lo ostentaba desde el año 2000 –había sido reelegido en 2004- y, tal como hizo en las anteriores ocasiones, ni tan siquiera el saliente Evaristo Olcina se propuso a sí mismo. Ante ello, y para evitar el subsiguiente vacío en la dirección del partido, ya que tampoco se ofreció solución alternativa alguna, la Mesa planteó la reelección del secretario saliente, tras solicitarle que aceptara, lo que este hizo, según propia manifestación previa, por estricto servicio al partido, aunque con determinada condición que expuso a la Mesa y ante todos los delegados asistentes al plenario. Admitida la misma, se sometió a votación tal reelección, que por aclamación sería aceptada al no producirse ninguna abstención ni voto en contra.
A continuación se leyó la nota a entregar a los medios de difusión, que fue unánimemente aprobada. Por último, la Presidenta de la Mesa, Bittori Salinas, dio por clausurado el XII Congreso del Partido Carlista, tras agradecer a todos los delegados asistentes su presencia y el trabajo desarrollado previamente a su celebración y, ya en ésta, mediante su activa participación.
Estaba previsto también el entrañable acto de entrega de la Medalla de la Libertad a titulo póstumo a los familiares de José Angel Pérez-Nievas y Abascal. En nombre y representación de los mismos acudió su hija Esperanza. El ofrecimiento lo efectuó el reelegido Secretario General Federal, quien no solo destacó la valía personal de José Angel, sino su ejemplar liderazgo político con su paralela total entrega al servicio del Partido Carlista hasta el último instante de su vida. Igualmente dedicó un emocionado recuerdo a su mujer, Carmen, esposa y compañera hasta en su ida pues así lo hizo con tan solo unos días de diferencia.
Esperanza, su hija, en nombre de toda la familia dio las gracias con emocionada entereza al Partido Carlista, resaltando el compromiso carlista de su padre y el ejemplo que en tal sentido había transmitido a su hijos, lo que constituía el mejor legado que se puede recibir.
Cumpliéndose en todas sus partes el programa previsto, el día 12 estuvo dedicado a las acreditaciones de los delegados de los partidos carlistas (algunos, que no habían podido acudir tal día, viernes, lo harían al siguiente poco antes de dar por iniciado el congreso), así como a la rueda de prensa previamente convocada en la sede de Pamplona del Partido Carlista de Euskal Herría–EKA, en la que participarían el compañero Francisco Zamora, el Secretario General de EKA José María Porro y el Secretario General Federal saliente Evaristo Olcina (a destacar que este XII Congreso ha sido el primero en el que la prensa diaria de Pamplona ha publicado extensas referencias tras cada jornada). Por último, la de recepción se completó con la visita a los nuevos locales adquiridos recientemente por EKA-Navarra, en los que se había instalado una exposición con prensa y fotografías históricas carlistas, y donde se ofreció un vino a los asistentes.
El siguiente día 13 se completó la acreditación de los delegados que no lo habían podido hacer la víspera, cita en la que se lamentó la falta por fallecimiento de José Angel Pérez Nievas y de Carmen, su mujer, de los valencianos Carles Vilar y Carles Arnal, de Sebastián Molinero, del catalán Carles Isern…, y de algunos otros/as por enfermedad pese a haber, estos, oportunamente aportado diversos trabajos que serian debatidos en las inmediatas sesiones.
Constituida la Mesa, integrada por casi los mismos miembros de la del congreso anterior celebrado en Tolosa, se pasó a oficializar tanto las ponencias recibidas como las réplicas a las mismas para su distribución y agrupamiento según las materias y planteamientos a que las mismas hacían referencia.
La tarea de tal trabajo preparatorio paradójicamente en un principio pareció complicada en base a que ni en las ponencias ni en las réplicas presentadas se planteaba ninguna modificación estatutaria o ideológica. Salvo una, que mas que propuesta formal era simple reflexión relativa a la incidencia interna que pudiera tener para el partido la opción confederal –y que, por su simplicidad y brevedad, fue tratada en primer lugar-, las restantes, por una parte complementaban, desarrollándolo, el ya asentado corpus ideológico y programático, y por otra contenían propuestas para una mejor estructura organizativa y utilización de medios por el partido.
En base a lo anterior, y a que, a diferencia del celebrado en Tolosa, no se planteaban temas de necesaria dedicación separada por su trascendencia o especificidad –en el anterior lo precisaron especialmente el de Federación/Confederación, o Juventudes- por la Mesa se acordó el debate asambleario de los trabajos presentados -en total una docena- debidamente distribuidos por temas afines.
Algo que también se patentizó en el congreso fue la carencia no de normativa para la mejor funcionalidad del partido, que evidentemente si la hay (en especial a partir del VIII congreso), sino de su sistematización para hacerla mas asequible a su conocimiento y aplicación. Como dos muestras se expusieron el reglamento de la Comisión de Conflictos y Disciplina, o los requisitos para la constitución de partidos federados (hasta el presente solo dos: el Partido Carlista de Euskalherría-EKA y el Partit Carlista del País Valencià-PCPV). Ante ello se acordó crear una comisión encargada de la recopilación de normativa existente y ordenación y sistematización de la misma como fundamental referencia al proyecto en elaboración por dos de los miembros actuales de la misma. Asimismo fue designado el sustituto de uno de los miembros de la Comisión de Disciplina, puesto vacante desde hacía un par de años.
Igualmente surgirían los dos planteamientos de concepto de la convivencia territorial –federación, confederación- ya enunciado –el de la Confederación- en el IX Congreso celebrado en Pamplona el año 1996 sin que promoviera debate alguno, siendo ampliamente tratado en las especificas Jornadas de Barcelona (2003) y que seguidamente motivaría ponencias y estudio por comisión en el XI celebrado en Tolosa (2004) donde se elaboró una conclusión aprobada por el plenario y de la que se leyó ahora, en el congreso objeto de esta crónica, el siguiente significativo párrafo de dicha conclusión debido al profesor Salvador Gómez de Arteche: “El Partido Carlista se ratifica en su profesión del principio federalista, en la variedad de Fueros y propone la Confederación, lo cual implica respeto a la personalidad plena de los países integrantes” Dado que fue planteada alguna objeción al mismo, por la Mesa se acordó un último examen extracongresual de tal texto en relación con la ideología oficial del partido para la fijación definitiva de nuestra propuesta sobre territorialidad; en consecuencia se designaron los militantes encargados de la misma.
Según lo que advertíamos al principio, las ponencias presentadas no exigian el estudio por comisión, sino un examen asambleario, aunque sí, por ser cuestiones de carácter técnico –lo referido al actual reto informático- o de trabajo recopilatorio y de ordenación normativa, imposibles de cumplir en dos jornadas, igualmente se acordó que por los propios ponentes se trabajara para obtener conclusiones a presentar al Consejo Federal de Dirección, máximo órgano entre congresos.
Por uno de los delegados asistentes fue planteada la necesidad de disponer de una propuesta programática a ofrecer en cualquier confrontación electoral. La misma podría ser medianamente extensa y contar con otra –se habló de “tríptico”- mas práctica y operativa por su simplicidad expositiva en temas esenciales. De esto último ya podemos ofrecer tal trabajo en las páginas del presente número de El Federal.
Otro de los objetivos a cumplir en cualquier congreso ordinario del partido es la renovación cuatrienal del Secretario General Federal. A tal puesto de responsabilidad no se presentó ni fue presentado nadie para sustituir a quien lo ostentaba desde el año 2000 –había sido reelegido en 2004- y, tal como hizo en las anteriores ocasiones, ni tan siquiera el saliente Evaristo Olcina se propuso a sí mismo. Ante ello, y para evitar el subsiguiente vacío en la dirección del partido, ya que tampoco se ofreció solución alternativa alguna, la Mesa planteó la reelección del secretario saliente, tras solicitarle que aceptara, lo que este hizo, según propia manifestación previa, por estricto servicio al partido, aunque con determinada condición que expuso a la Mesa y ante todos los delegados asistentes al plenario. Admitida la misma, se sometió a votación tal reelección, que por aclamación sería aceptada al no producirse ninguna abstención ni voto en contra.
A continuación se leyó la nota a entregar a los medios de difusión, que fue unánimemente aprobada. Por último, la Presidenta de la Mesa, Bittori Salinas, dio por clausurado el XII Congreso del Partido Carlista, tras agradecer a todos los delegados asistentes su presencia y el trabajo desarrollado previamente a su celebración y, ya en ésta, mediante su activa participación.
Estaba previsto también el entrañable acto de entrega de la Medalla de la Libertad a titulo póstumo a los familiares de José Angel Pérez-Nievas y Abascal. En nombre y representación de los mismos acudió su hija Esperanza. El ofrecimiento lo efectuó el reelegido Secretario General Federal, quien no solo destacó la valía personal de José Angel, sino su ejemplar liderazgo político con su paralela total entrega al servicio del Partido Carlista hasta el último instante de su vida. Igualmente dedicó un emocionado recuerdo a su mujer, Carmen, esposa y compañera hasta en su ida pues así lo hizo con tan solo unos días de diferencia.
Esperanza, su hija, en nombre de toda la familia dio las gracias con emocionada entereza al Partido Carlista, resaltando el compromiso carlista de su padre y el ejemplo que en tal sentido había transmitido a su hijos, lo que constituía el mejor legado que se puede recibir.