miércoles, 23 de abril de 2008

PRECARIO PAÍS


No es fácil encontrar en el concierto de las viejas naciones occidentales un país, un Estado –porque eso es lo que políticamente somos- con tanta precariedad en absolutamente todos sus signos de identidad y, en consecuencia, sin la cimentación que facilite su normal convivencia para el futuro, que es lo que importa, puesto que el presente es solo un anuncio o los cimientos de lo posible, o de lo imposible.

¿Que se puede pensar de un país de oficial funcionamiento democrático con forma monárquica de gobierno impuesta por el testamento de un dictador, en el que varios de sus componentes territoriales, los tradicionalmente mas dinámicos, manifiestan de forma continuada no hallarse a gusto en un marco de convivencia predeterminado por una Constitución elaborada y aprobada bajo el miedo?. ¿Es o no sintomático que ese mismo país aún busque una letra para un himno intentando así, con unas impuestas estrofas, sustituir un sentimiento patriótico ausente?; un país con, al menos, dos banderas igualmente legitimas, porque dígasenos si no lo es también la tricolor de una república democráticamente elegida, defendida igualmente por otros ciudadanos con sacrificio de muerte, y, claro, también dos himnos.

Un país que hasta carece de un inamovible “día de fiesta nacional”. Empezó siendo -cuando la burguesa movida nacional/estatalista del XIX- el 2 de mayo, después el 14 de abril, para dar paso al 18 de julio, y tras varios ensayos y titubeos oficializar el 12 de octubre, fecha, por otra parte, parcial y contestada desde una parte importante de las Españas puesto que si efectivamente conmemora un acontecimiento –el descubrimiento de América- de relevancia universal, durante siglos solo fue cuestión y usufructo de una sola parte, Castilla, por exclusión terminante de la Corona de Aragón, algo que no pudo solucionar o aliviar el cambio a esa misma fecha de la fiesta de la Virgen del Pilar para obtener una forzada festividad religiosopatriotica.

Y respecto del escudo, para qué hablar. Desde el de la monarquía de los austrias, con inclusión de las armas de Portugal cuando Felipe II (el único, hasta hoy, escudo plenamente iberista y confederal), el del prepotente protagonismo de una sola parte –el escudete cuartelado de Castilla y León presidiendo un todo abigarrado o en solitario-, al ecléctico y mas racional de José Bonaparte, con las variaciones coronadas propias de monarquía o república, para llegar al de remembranzas imperiales del águila del franquismo, y acabar, por el momento, en el de ahora que es una vuelta vergonzante al “alfonsino” con custodia honorífica de soldados vestidos de “guiris” de la tercera guerra carlista..

Un país, oficialmente el “Reino de España”, cuyo Jefe de Estado no puede pasear normalmente por al menos dos de sus territorios mas emblemáticos, ricos y desarrollados. Con una Constitución que nadie se atreve tocar por no abrir la caja de los truenos, entre ellos los que puedan afectar al del incierto futuro de “la Corona”.

País constitucionalmente democrático con instituciones básicas, como la de la Justicia, difícilmente creíbles en base a su dependencia política, al querer ser utilizada como instrumento de poder y lucha partidista.

País precario, de eufemismos y circunloquios, en el que nadie oficialmente se atreve a dar los nombres que a las cosas corresponden, por querer disimular u ocultar realidades siempre aplazadas y cada día que pasa mas difíciles de solucionar. Algo, por ejemplo, notable y descarado en el tratamiento del problema de la territorialidad. Oficialmente existe el Estado de las Autonomías, ¿pero qué es eso?, porque ningún tratado de Derecho Político o Constitucional contempla esa formula de cobarde eufemismo. Y todo por no enfrentarse a algo que desde un principio era conocido por los denominados “padres de la Constitución”: que España es un Estado de naturaleza plurinacional y que con esa realidad lo que corresponde es un “Estado Federal”, evidencia que de forma continua es recordada por cuantos tratadistas se acercan al problema y terminan alcanzando la tímida conclusión de que “en la práctica” se trata de un una federación, ¿pero qué es eso de en la práctica?, se es o no se es, y si se es se arrostran todas las consecuencias legales y prácticas. Otros parecen también asumirlo, y ya alcanzan otra parcela al referirse, mediante variados circunloquios, o como quien se lanza a la piscina tapándose la nariz y así no padecer la angustia del irreprimible ahogo, a la “confederación”, palabra cada día mas en el presente y con la que se quiere abordar el futuro, pero que no por ello, para algunos, ha dejado de ser vocablo “maldito” extraído del averno de la “antiespaña”.

Es terrible que algo, España, resultado de una coincidencia en compartido espacio, con manifestación variada y limites geográficos muy concretos, con una pujanza histórica ya hacia los mares del entero planeta, ya desbordando cordilleras en unión, no separación, con el resto de Europa, en pleno siglo XXI esté dilucidando qué formula puede ser mas adecuada para seguir, y ello en una pugna entre un enquistado poder central y el derecho de unos pueblos a seguir su camino sin renunciar a nada, entre otras cosas, a mantener -¿reiniciar mas bien?- una convivencia hace siglos profundamente deteriorada.

Hoy, como nunca, aflora la precariedad de un país de países desde siempre forzado para mantener su entidad política en un continuado proceso de imposición mediante la destrucción de la identidad de gran parte de sus componentes; el superficial examen de la etapa de Felipe V basta para acreditar lo que acabamos de expresar. El viejo reino de Las Españas fue siempre una ficción mantenida en el marco de una monarquía autoritaria y con la única argamasa de una misma fe religiosa que tras ocho siglos de cruzada llegó a convertirse en exclusiva referencia y razón de unidad no sentida, irreal, y, por ello, siempre provisional.

Como si se tratase de un territorio descolonizado en el siglo XIX, en este XXI se sigue buscando aquí una identidad, y hasta una fecha de nacimiento. ¿Fue el 2 de mayo de 1808, como quiere Esperanza Aguirre para hacer aún mas centro centralista y unificador, inexcusable símbolo de “su” España, al Madrid que gobierna?; ¿fue con la Constitución de 1812, francesa y jacobina, infantilmente laicista, de estereotipo masónico, como quieren Zapatero y asistentes en este gobierno indeciso e indeterminado?.

Espectáculo, lamentable por bananero, desacompasado en esta Europa a la que jamás perteneceremos porque la clase política encapsulada en el poder no quiere afrontar, por miedo, una realidad, a la que opone como mecanismo de autodefensa un patrioterismo pueril, ya fuera del tiempo y de la realidad. Una clase política que se engaña retroalimentándose con mitos e invenciones que jamás dieron resultado y que sigue perdiendo día a día la batalla de una convivencia multinacional basada en el respeto mutuo.

Por miedo a la concienciación del pueblo las clases dirigentes durante siglos abandonaron o combatieron la cultura y hoy nos encontramos con una sociedad aculturalizada y fácil pasto de alienaciones y manipulaciones explotadoras. Por miedo también, se ha eludido la contradicción estéril, la eterna precariedad, que es este Estado conocido ahora, en esta etapa, como Reino de España, y que en su propia indefinición pretende seguir auto engañándose y resolver fuera de la racionalidad el gran problema de su propia definición y existencia real.

domingo, 20 de abril de 2008

CAZA y PESCA


Recordaba recientemente el bien informado de cuestiones “coronarias” Jaime Peñafiel que cuando Juan Carlos acudió por primera vez al Pardo para saludar a su tutor el Caudillo, que por acuerdo con su padre se iba a encargar de su educación para que como sucesor “a titulo de rey” continuase la era franquista, el Generalísimo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire (muy aficionado a matar tanto en caza como en pesca) le regaló una bonita escopeta, que sería la segunda porque cuando hizo aquél jovencito su primera comunión los miembros de la aristocracia le llevaron como presente –muy propio, por cierto, para aquella ocasión de recibir por vez primera el “pan de los ángeles”- otro instrumento para matar animales como diversión, porque a ver quien puede demostrar que la caza, ya desaparecida su justificación de obtener alimentos, no ha quedado reducida a eso, a una “diversión” (?) difícil, muy difícil tanto de entender como de justificar.

Aquella fomentada afición que se decía era tradicional en la corona (hubo otras “tradiciones” que mejor es no recordar), ha provocado afirmar que “la pulsión por apretar el gatillo parece ser incontenible” en el actual Jefe del Estado, según ha detectado y escrito Jesús Mosterin, profesor de Investigación en el Instituto de Filosofía del CSIC.

Recordar estas cosas ha venido a cuento por lo de la caza de un oso -especie protegida en todo el mundo-, por Juan Carlos en Rusia. ¿Ha sido legal?, suponemos que sí, y además ese es un tema a tratar en ese país, pero el haber saltado el hecho a la información diaria se ha producido porque esa práctica “deportiva” no ha sido en Ciudad Real o Extremadura con unas perdices (como hacía su tutor, que no salía de España, posiblemente por evitar lo que le sucedió a su amigo Pinochet), sino en otro país, con lo que ello conlleva de avión especial, escoltas, personal de servicio particular y protocolario, etc. ¿Quién paga todo eso?. No hace tanto que en el Congreso se hizo tal pregunta y se contestó en oficial salida del compromiso que de la asignación anual a la “Casa Real”. Pues será así, pero ¿dos palacios, con sus dos “casas civiles”, aparte de otros dos de verano, mantenimiento del yate real, parque automovilistico, con todo el personal que ello origina, gastos normales de toda la familia, y además esos costosísimos desplazamientos no solo para cazar, sino a conciertos por toda Europa, compromisos sociales particulares con amigos del “club” monárquico o simples jornadas de compras en Londres por ejemplo, está cubierto por esa asignación?. Los partidos que plantearon el tema se dieron por satisfechos; en definitiva habían cubierto el expediente, y ¡a pasar página!. A fin de cuentas el tema monárquico como institución, debe seguir hibernado, pero ahí, siempre a mano: para la derecha porque si ellos son una casta consolidada o emergente, la monarquía es su referencia y su antecedente consagrado además por Dios y ahora por la intocable constitución, y para la “izquierda” es un necesario tema recurrente que siempre hay que tener en el almacén –útil como los jeans en cualquier armario- para ofrecer a la opinión pública en situaciones en las que el pueblo se harta o plantea problemas: La monarquía, sus personajes “del corazón”, es la adormidera que se le suministra a todo pueblo para seguirlo controlando y que antes era una, según Marx, pero que ahora, en esta época de imagen y la comunicación total, es otra. Pura alienación. De ahí que siempre respecto de la monarquía se pase de puntillas. Muy especialmente respecto de lo que de verdad nos cuesta. Y ocultan, y callan.

Pero nosotros no. Hay que saberlo todo, y que la opinión pública conozca partida por partida, así como cuantos, a donde y el porqué de los viajes al extranjero, y quienes los efectúan, en una pormenorizada, pública y exigible rendición de cuentas. En los países democráticos esa es, dicen, la práctica habitual.

Por cierto, es curiosa la fijación con los osos, porque todos los años hay cacería de esos pobres animales en Rumania o en Rusia. ¿No será una ancestral venganza, genética, por lo que sucedió con aquél lejanísimo miembro de la casta que se llamó Don Fabila?. Ofrecemos este tema especulativo para la reflexión y la investigación.

jueves, 17 de abril de 2008

DESDE VALENCIA: PARQUE DE CARLOS VII EN ALTURA


En el Pleno Municipal del Ayuntamiento de Altura, celebrado en diciembre del 2004, fue presentada una moción por parte del grupo independiente I.P.A. en el que se pedía la retirada de la placa dedicada a Carlos VII, que da nombre al Parque Municipal de Altura, alegando que este rey legítimo había sido un personaje “nefasto” que no había reinado nunca y que había abocado al país a una guerra civil, entre otras cosas no menos insultantes.

La Agrupación Carlista de Altura reaccionó rápidamente y presentó unos escritos de protesta para esta moción que para entonces ya había sido aprobada por unanimidad. Dicha protesta fue dirigida a toda la corporación Municipal aporntando los conceptos y razones por las que, en su día, fue dedicado el Parque y la Placa a este Rey.

Los Carlistas de Altura, entendieron que tanto los que presentaron la moción como el resto de los concejales que la aprobaron carecían de información adecuada.

Así se les argumentó las razones de tal dedicatoria:

1º. Carlos VII, para nada fue nefasto ni absolutista como así lo demuestra la Historia, no fue responsable de ninguna guerra civil como se menciona en la moción y se les informó de diferentes estudios de importantes historiadores que así lo respaldan.

Carlos VII fue rey de derecho de las Españas y luchó, como sus antepasados, contra Isabelinos, alfonsinos liberales, absolutistas y burgueses y murió en 1909, veintisiete años antes del inicio de la Guerra Civil de 1936 a la que parece que se referían los censadores.

2º. Los Carlistas de Altura y durante el gobierno carlista del Municipio, con su alcalde carlista Miguel Ventura fueron responsables de distintas acciones muy importantes para el bien del pueblo:

Recuperaron el derecho a las aguas del Manantial de la Esperanza, que durante Siglos les fueron negadas a Altura por parte de Segorbe, pueblo vecino y cabeza de partido de la comarca, ganándoles el pleito en el Tribunal Supremo de Madrid.

Una vez recuperado el derecho de uso de esta agua, y con muy pocos recursos económicos en aquellos duros tiempos este alcalde Carlista construyó el Parque al que llamó “Parque de Carlos VII” y que albergó una inmensa balsa de riego que hoy es piscina Municipal, principal atractivo del pueblo y canalizó las aguas de entrada y salida de la balsa por medio de acequias que todavía utiliza el pueblo de Altura.

Puso el nombre de Carlos VII al Parque y por ello fue cesado y desterrado por orden del Movimiento.

Los carlistas de Altura se defendieron argumentaron, explicaron y demostraron. Gracias a ello, el Ayuntamiento ha reconocido y he entendido en el año de “La Memoria Histórica” la importancia y el valor histórico de este parque y de su nombre.

Han pasado tres años desde el intento pero la placa sigue en pie recordándose la historia Carlista y humana de aquellos antepasados. Esperemos que el nuevo Ayuntamiento constituido en las pasadas elecciones respete y mantenga vivo el recuerdo de lo que aquellos Viejos Carlistas hicieron por el pueblo de Altura.

lunes, 14 de abril de 2008

BUENO, ¿Y QUÉ?


Según la descripción de la Pardo Bazán –después copiada por Valle- tras visitar al rey en el exilio de Venecia, Carlos VII era un hombre de buena envergadura con un especial atractivo para las mujeres. En 1872, al iniciarse la tercera guerra, contaba con solo 24 años, su mujer, la reina Margarita quedó en la frontera al cuidado de sus hijos Blanca, Jaime y Elvira, ayudando “tras las trincheras” en cuanto podía a los afectados por la contienda, proporcionando uniformes y demás avituallamientos para los voluntarios y entrando alguna vez en Navarra para impulsar la institución y los hospitales de “La Caridad” creada por ella para la asistencia de los heridos de ambos bandos.

La vehemencia moceril del rey no podía quedar satisfecha con los contados encuentros del matrimonio en el transcurso del conflicto, y así fue, según la crónica no escrita que siempre acompaña al poder, bien aderezada por la natural mitificación de un caudillo que, decían los literatos, podía haber servido para reencarnar a Carlomagno, mas aún desde que se dejó crecer una florida barba para disimular su pequeña y retraída mandíbula inferior recibida de los Módena por herencia biológica materna, que se hablaba de que la sucesión de Don Carlos quedó bien asegurada gracias a las mozas garridas, placenteras y parideras de las montañas y valles de toda Euskal Herría.

Fue tal y tan continua la actividad amorosa del séptimo Carlos que llegaría a hartar a su confesor, y como el rey oía misa y comulgaba a diario, previo el sacramento de la penitencia con reconocimiento reiterado de igual debilidad, e incumplimiento del preceptivo propósito de enmienda, su capellán concluyó por darle la comunión con una forma sin consagrar, según conocía exclusivamente su gentilhombre o ayudante de campo (el general Martínez de Velasco ¿)………………. que solo confiaría tal secreto a su hijo quien ya anciano acabaría por desvelarlo.. Nadie se atrevió jamás a hacer pública tal santa triquiñuela dada la sincera religiosidad de Don Carlos acrecentada con el tiempo, hasta el punto de romper una estable relación extramatrimonial que en el exilio mantenía con la hermosísima actriz húngara Paula de Somoggy, porque respetuoso estricto con sus creencias y no pudiéndose desligar de tal encelamiento, había dejado de comulgar y ante la primera comunión de su hijo Jaime rompería con tal amante, pero como era un caballero la aseguró igual estabilidad gracias a un militante y exvoluntario carlista que se prestaría gustoso y bien compensado a, en cualquier sentido, cubrir tal vacío.

Al concluir la guerra, Don Carlos sufrió una enorme decepción que, incomprensiblemente, provocaría la descarga de toda su ira en Margarita, su mujer, produciéndose la ruptura efectiva del matrimonio y la huida del rey con un continuo viajar, hasta el punto de que cuando en junio de 1876 naciera en Francia su última hija, la infanta Alicia, él estuviese en la exposición de Filadelfia (donde se encontró con su hermano el futuro Alfonso Carlos I, con el que no se hablaba desde que lo destituyó en plena guerra a causa de todas sus estupideces y fobias).

Naturalmente, sin haber llegado a la treintena, separado de su mujer, con evidente desarreglo emocional a causa de la derrota y dados los antecedentes ya dichos, no es de extrañar que su actividad amorosa fuese aún mas reseñable, y que no cesara en su variada relación hasta que en 1894, tras la muerte de la reina el año anterior, contrajera nuevo matrimonio con Berta de Rohan.

La fama de autentico garañón real evidentemente no quedaría circunscrita a los, en la literalidad del término, círculos carlistas, sino que con no disimulada envidia y admiración, tan habitual en este mediterráneo país, sería pasto habitual de corrillos y tertulias de café, con lo que serviría para que los enemigos del Carlismo utilizaran el tema para intentar desprestigiar a Don Carlos o zaherir a los carlistas que, dada su confesa religiosidad practicante, se pensaba que iban a sentirse desilusionados o al menos molestos con la publicación de viñetas supuestamente insultantes en las que se reflejaba con pretendida evidencia la relajada vida de un caricaturizado Carlos VII promiscuo.

Hubo varias publicaciones que se distinguirían en el tema, como El Loro, nacida en Barcelona en 1879, o Don Quijote aparecida en Madrid en 1891. De la primera fue importante su reiteración en tal asunto durante el año el año 1881, precisamente cuando llegó a los mentideros políticos la ruptura de Don Carlos con la actriz húngara a que antes aludamos, continuando ya como tema recurrente; y en cuanto a Don Quijote tal vez sea sintomático que las procacidades contra el rey se publicaran en 1898, es decir cuando tras la debacle colonial se detectaron movimientos carlistas de claro signo insurreccional y que desembocarían –habría una no muy concreta desautorización de Don Carlos- en los fracasados movimientos surgidos en Catalunya, especialmente en Badalona, en 1900. Como siempre, todo tiene una explicación.

¿Se produjo alguna reacción carlista según lo pretendido para encolerizar a los militantes del partido ante tales provocaciones acusatorias contra el Caudillo carlista por antonomasia?, pues no, no sucedió nada como sí ocurrió cuando años mas tarde, en 1906, unos oficiales asaltaron y destrozaron la redacción del Cu-Cut por una simple caricatura que se burlaba del Ejercito, dando lugar, tras la respuesta represiva y anticatalana de Madrid, a la “Solidaritat” en la que el partido tuvo tan importante protagonismo.

Y los carlistas podían haber arrasado también las instalaciones de ambas publicaciones, porque téngase en cuenta que, cuando tales caricaturas, aún vivían miles de voluntarios que habían luchado en la 3ª guerra. Pero no pasó nada, ni tan siquiera hubo querellas. Los carlistas acreditaban una vez mas que eran mas “liberales” y democráticos que quienes pretendían encolerizarlos.

Viene todo este recordatorio a cuento de lo que acabamos de ver y vivir respecto a portadas procáces, quema de fotografias, subsiguientes actuaciones judiciales y la sorprendente casi entera unanimidad en los posicionamientos de partidos, Iglesia, patronal y sindicatos con enardecidas defensas de símbolos, instituciones y personas.

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Fuentes consultadas:

- Valeriano Bozal, “La ilustración

Gráfica del siglo XIX en España”,Madrid,1979

- “XIX mendea karikaturetan – El siglo XIX en caricaturas”,

Zumalakarregi Museoa, 2003

- Conde de Melgar,, “Veinte años con Don Carlos,, Madrid, 1940

domingo, 13 de abril de 2008

LAS TRAICIONES DE ZAPATERO


Pese a los sondeos, o precisamente por ellos, Rodríguez Zapatero es un consumado traidor. Recordemos brevemente algunos de sus engaño: a los del Parlament de Catalunya les dice que lo que aprueben en relación con el estatuto de Autonomía, será respetado y refrendado en Madrid.

Luego sucede que se corrige el estatuto, y nada de lo dicho por el Presidente del Gobierno de España, como ahora gusta mucho de proclamarse. Luego de años diciendo País o Estado.

A los socialistas navarros, tres cuartos de lo mismo. Se les deja negociar con Nafarroa Bai, y luego de meses, cuando ya están las partes de acuerdo, pues aparece Pepino Blanco diciendo que no se dan las condiciones.

Otro tanto sucede con el “proceso de paz”. A ETA se le hacen creer unas cosas y al final -¿será aún el final…?- se rompe el trato y las actas que aparecen en Gara (no creo que sean invenciones) ponen en evidencia la informalidad de este buen hombre vallisoletano-leonés. Y un servidor no toma parte en el debate de ETA, pero la informalidad, para bien o para mal -ya se verá- vuelve a demostrar que es un hombre sin palabra.

Y así podríamos seguir, pero las páginas de EL FEDERAL, buena falta hacen para que otras firmas expongan sus verdades.

sábado, 12 de abril de 2008

¡VIVA ESPAÑA CON HONRA!


No importa, lo hemos repetido y lo seguiremos repitiendo: es vergonzosa la actitud de la derecha española (derecha = PP/PSOE) respecto a su patriotismo servil y de conveniencia.

Son los incombustibles patriotas “comepatrias” de banderola en ristre que en cuadrilla te restriegan su españolismo mayoritariamente bicolor, pero a los que nada les impide doblar la espalda ante el sajón o germano que, porque paga, te impone su sistema, su degradación si llega el caso y su lengua.

Ya cuando Fraga era ministro –“Spain is diferent” era el santo y seña de aquella España de emigrantes y leyes represoras- a los extranjeros, a cambio de marcos, libras o dólares, se les permitía servilmente lo que a los nacionales se les prohibia: primero “bikinis”, después porno y hasta ojos dislocados ante la droga. Mientras, los ciudadanos de por aquí tenían que marchar al resto de Europa a ganarse la vida que no encontraban en su tierra para trabajar como emigrantes, o para ver un “ultimo tango en Paris” en Perpinyá . ¡Hasta logias masónicas, para extranjeros solo, eran autorizadas en la imperial España de Franco del “Tribunal para la represión del Comunismo y la Masonería” de la calle del Reloj, en Madrid.

Ahora seguimos igual. Al menos en cuanto a servilismo de los cruzados de la España eterna y con ¡honra!, pero se puede hablar libremente, salvo de la Corona, aunque también hay una fomentada y bien calculada corrupción alienante y generadora de cientos de jóvenes muertos los fines de semana, y se explota a los nuevos españoles de importación.

Pero se mantiene ese patriotismo, aún mayor si cabe. Los gallegos, los vascos, los catalanes tienen la culpa de que España haya de ser defendida con mayor ardor que nunca: los naturales de tales “regiones” reivindican sus derechos y defienden su dignidad, pero lo malo es que lo hacen legalmente, y así es difícil combatirlos. Ante tal peligro los “comepatrias” han redoblado su patriotismo y se niegan a aceptar que en Catalunya, por ejemplo, además de llamar a una tienda botiga lo escriban con un cartel encima de su puerta, o que los niños aprendan la lengua en que desde el siglo IX se han escrito la inmensa mayoría de los documentos del mejor archivo civil del mundo.

Sin embargo tales portaestandartes de la enseña patria son prácticos y como, por encima de todo, está el hacer progresar a la patria común a costa de lo que sea, los mismos que con santa indignación protestan contra el catalán en les botigues, permiten, promueven y patrocinan que barrios o pueblos enteros estén rotulados en inglés o en alemán, y eso en el sagrado territorio del Reino de España.

Este verano se ha vuelto a repetir el espectáculo de bares a los que había que acudir con interprete, pero es que antes, cuando las elecciones municipales de mayo, ¡hasta los carteles de las candidaturas estaban en inglés!.

“¡Como se atreve hablarme en catalán!, ¡en cristiano, in english please”.

Estos “comepatrias” que con tanta razón defienden “su” privativa patria, son los mismos que se emocionan cuando los soldados del ejercito, al que ellos tan valientes y patriotas se niegan a servir, gritan ¡Viva España! con acento sudamericano. No todo ha de ser perfecto.

SALVADOR PUIG ANTICH


Hay pocos capítulos de la larga lucha contra la dictadura franquista, en los que el Partido Carlista no estuviese presente.

A pesar de la “historia oficial”, que quiere hacernos creer que fueron unas determinadas fuerzas políticas y sindicales quienes lucharon contra Franco, cada vez se hace más difícil el silenciar la presencia carlista en estas luchas contra la injusticia y la opresión.

El mes de septiembre del año pasado se estrenó en los cines la película “Salvador”, dirigida por Manuel Huerga, y que está basada en la vida de Salvador Puig Antich, militante del “Movimiento Ibérico de Liberación” (MIL) ejecutado a garrote vil en la Cárcel Modélo de Barcelona el 2 de marzo de 1974. Salvador fue acusado de matar el 25 de septiembre de 1973 a un policía en el portal del número 70 de la barcelonesa calle Girona, tras un confuso forcejeo entre varios policías y Puig Antich. Lo que verdaderamente ocurrió en ese portal nunca se sabrá, pues en las actuaciones policiales, al igual que el juicio sumarísimo militar al que fue sometido, se detectaron numerosas irregularidades.

El MIL, era un grupo partidario de los consejos obreros, la auto-organización de la lucha obrera y la autogestión. El MIL contaba también con unos “Grupos Autónomos de Combate” (GAC) para realizar tareas diversas. Salvador, que tenía un tío carlista, trabajó durante una temporada en la empresa “Tilt- Colomer, SL”, que era de un militante carlista. Miembros de los “Grupos de Acción Carlista” (GAC) ayudaron a varios miembros del MIL a salir de España cuando eran perseguidos por la policía. Se utilizaba para esto una finca en Puigcerdá, que tenía una cueva para el cultivo de champiñones y que daba al lado francés de la frontera. Pese a que parece ser que hay a quien le molesta, Puig Antich tenía relación con los carlistas, y conocía el trabajo que estos estaban realizando. Existe un escrito suyo, en el que propone que se cambie de nombre a los “Grupos Autónomos de Combate”, porque ya existían unas siglas iguales: los GAC carlistas. Tras la detención de Salvador, los carlistas participaron en todas las protestas, movilizaciones y actos de solidaridad pidiendo su libertad, y al conocerse la sentencia de muerte, su conmutación. Don Javier de Borbón Parma, envió el 20 de febrero de 1974 un telegrama a Franco con este texto: “Por el respeto y el bien de nuestra patria España, pediros sea conmutada pena de muerte que recae sobre Salvador Puig Antich”. También, los “Grupos de Acción Carlista” (GAC) distribuyeron una carta manuscrita de Salvador dirigida a su hermana pequeña Mercona, y que se reproduce fuera de este texto.

Todo fue inútil, y Puig Antich fue asesinado cruelmente.

Los 134 minutos que dura la película, nos transmiten el ambiente de aquellos días, la lucha por acabar con una dictadura tan larga, y la muerte de una persona que quiso hacer realidad ese deseo de miles de españoles.

Episodios tan tristes como este, nos demuestran que los carlistas participamos en la lucha anti-franquista, mientras otros que ahora tienen la desvergüenza de otorgar el carnet de “legitimidad democrática”, permanecían en silencio o eran cómplices activos de la situación creada.

El tiempo, lo pone todo en su sitio.

jueves, 10 de abril de 2008

MADRID: VILLA COMUNERA


La llamada España de las Autonomías, que más bien son satrapías, creadora de dislates geográficos e históricos solo serviles a familiares intereses de neos caciques locales, ignora y desea ignorar el hecho incuestionable de que la hoy ciudad de Madrid, mucho antes de ser Corte, fue Villa Comunera quedando su adhesión a la Santa Junta de Ávila en 1520 y su aportación al ejército comunero de un centenar de infantes y cuarenta caballeros (aportación nada desdeñable si consideramos que el Madrid de 1520 tenia menos población que la propia Segovia) no solo manifestada en los libros históricos y en los documentos que de aquélla época se guardan y sino en el nombre mismo de muchas de sus más céntricas y famosas calles y plazas.

Así es de citar la muy céntrica y populosa calle “Carretas” que antes de ser zona tan transitada y, durante un tiempo no muy lejano, de tan mala fama; fue donde se dio el primer levantamiento comunero de la Villa madrileña tomando su nombre de las barricadas que con las carretas de los hortelanos de las huertas próximas se formaron contra las huestes imperiales obedientes al regidor de la ciudad logrando su retirada y la adhesión definitiva de Madrid a la Causa Comunera.

Pero más aún que la precitada “calle Carretas” es famosa la mundialmente conocida “Puerta del Sol”; lugar donde al poco tiempo de la expulsión del poder Austro-Flamenco de la villa se levantó un fortín comunero en cuya puerta destacaba pintado un Sol de donde toma el nombre que ha conservado hasta hoy la madrileña plaza de la que dicen que parten todos los caminos.

Y ahora viene la manipulación histórica sustentada por los sátrapas autonómicos en general y los madrileños en particular que es la ocultación y el fomento del olvido de la Castellanidad de Madrid. Así los madrileños tenemos que acatar la festividad del 2 de Mayo en vez de concurrir a una fiesta puramente castellana el 23 de Abril, fecha en que por cierto, además de conmemorar la Batalla de Villalar se conmemora el fallecimiento, en 1616; del mayor escritor en habla castellana de todos los tiempos, don Miguel de Cervantes Saavedra.

El 2 de Mayo, al conmemorarse la declaración de guerra a la Francia Napoleónica, por el Alcalde de Móstoles, Don Andrés Torrejón, debería ser una fiesta nacional pues es una de las pocas fechas en la historia de nuestro común país en las que se puede conmemorar un hecho de todos los pueblos de Las Españas contra un extranjero mancillador de nuestro suelo y de nuestras libertades. Más no debería ser una fiesta exclusivamente madrileña pues en primer lugar no hubo un esfuerzo exclusivamente madrileño ni castellano contra el tirano francés sino que en la lucha participaron todos los demás pueblos de Las Españas y a quien esto ponga en duda, recuérdesele las batallas del Bruch y de Vitoria o las de Bailen y Zaragoza y en segundo lugar porque con la festividad del 2 de Mayo como conmemoración exclusivamente madrileña se pretende diluir la castellanidad de la Villa y mermar el espíritu castellano de sus habitantes.

Así pues, Madrid, debe volver a reintegrarse en la geografía política de una única castilla sin mutilaciones territoriales que en honor a sus antiguas tradiciones otorgue su legítimo derecho a formar una comunidad propia a los leoneses de los cuales adquirió castilla su condición, primero de condado independiente y posteriormente de reino, pues como reitera un popular refrán castellano “de bien nacidos es ser agradecidos”.


¡¡¡UNIDAD PARA CASTILLA!!!

¡¡¡LIBERTAD PARA LEÓN!!!

miércoles, 9 de abril de 2008

GIBRALTAR “INGLE”


“Inglé” de Inglaterra claro y es que en estas vacaciones pasé por “La Roca” y me reí un buen rato de los ingleses que con acento andaluz y en su “inglé” trataban de decirme no se que historias.

Nada más pasar la reja un britis, (y no va por el britis de foro) me echó encima un perrazo y en el sobresalto me salió, eso si, sin querer, una expresión un tanto ofensiva para la madre del hijo de la Gran Bretaña que empuñaba la correa. No se si me entendió y si lo hizo, el rubiales paso de “inglé” a sueco.

Cómo dejamos el coche antes de pasar la frontera británica tomamos un bus (no el americano) y según nos acercábamos al centro del peñón sonó mi móvil (cosa que hace de tarde en tarde) era un amigo carlista de Getxo que me preguntaba por el viaje. No tardé en decirle donde me encontraba y mi choteo en el bus aquel de los ingleses hizo que mi querida (con la que estoy casado, no penséis mal) me sacudiera unos codazos que casi me parten las costillas (claro que, eso si, con mucho cariño) Y me miraban los britis andaluces con mala leche, se les notaba, pero como uno es grandote y sabe del trabajo de leñador o ellos son britis con mucha flema la cosa no pasó a más.

La Roca solo tiene una calle comercial que viene a ser cómo las calles reales de muchos pueblos de nuestra tierra y como el familiar que me acompañaba ni un servidor teníamos la menor intención de comprar nos sentamos en un banco (al que más tarde nominaríamos “Banco de Inglaterra y Gales”) y desde ese observatorio contemplábamos el mercadeo de los turistas españoles que solo compraban tabaco. El resto del comercio es carísimo. Eso si desde nuestra atalaya contemplamos a nuestras respectivas, en su afán recolector, recorrer la calle de arriba abajo y de derecha a izquierda.

Resumiendo, uno no puede dejar de pensar en el ocaso del imperio y es que todos los imperios mueren. La chabacanería que vimos allí viene a certificar la defunción de un enclave que hoy no tiene ninguna razón de ser. Ese acuerdo sobre el aeropuerto solo beneficia a los ingleses, que se salieron del tratado ocupando un nuevo territorio español para construir ese aeropuerto.

Gibraltar solo es otro de los enclaves británicos para blanquear el dinero de sus sucios negocios, Es cómo las Islas Caimán o cualquiera de los territorios que disponen para el lavado del dinero sucio. Siguen siendo tan pitaras como siempre.

Vueltos a casa comentábamos que, en nuestra tierra, en Bizkaia, hubiera durado esa ocupación un estornudo, más o menos como la de Menorca.

EL OTRO 0´7


Era de esperar que de la aparente crispación Gobierno-Iglesia se pasaría a la entente cordiale que presenciamos. Además, ya en estas páginas y en varias ocasiones lo hemos anunciado. Se trata tan solo de un pago gubernamental por “servicios prestados” (y a prestar, véase, por ejemplo, la reciente y reconocida intervención de Uriarte, obispo de San Sebastián, en el abandono de la para el gobierno incomoda primera huelga de hambre de De Juana Chaos) para el tema “eje” del gobierno Zapatero y del que este espera lograr grandes resultados de afianzamiento cuando tras obtenerse una provisional “paz” en el tema vasco, de siempre incierta y difícil consolidación, considere que ha llegado el momento propicio para disolver el parlamento y convocar elecciones generales, algo que ya tímidamente ha apuntado la SER y que entra en la práctica habitual de la mas elemental estrategia política. Un supuesto que aun cae en el terreno de lo muy imaginario.

Dos eran los temas pendientes para la normalización de las relaciones con la cúpula eclesial: la financiación de la Iglesia y la enseñanza de la asignatura de religión en los colegios. Del primero se ha anunciado que para lograr la autofinanciación se pasaría del actual 0´52 % al 0´7 % en la voluntaria aportación prevista en la declaración anual a Hacienda, aunque sin embargo la Iglesia debería declarar el IVA, según exige la UE, con lo que se han alzado voces dentro de la propia Conferencia Episcopal en el sentido de que era un mal acuerdo (parece ser que el tema se solucionara con método similar al practicado en Portugal: la Iglesia declara el IVA, pero después el Estado le devuelve la cantidad declarada). En cuanto al otro, a la enseñanza, tan solo parece previsto que se dejará una cierta libertad en los colegios para programar la clase de religión, aunque sin establecerse unas normas básicas que impidan un discriminador capricho por parte de la dirección de tales centros; la cuestión reside en el hecho de si solicitar la enseñanza de la religión para un hijo, y no ser esta valuable y, por consiguiente, alternativa de otra materia o que se pueda ir a casa, ese hijo se verá “castigado” con una hora y media semanal de mas clase por el solo hecho de ser religioso. Estas discriminaciones, al menos hasta ahora, parecían incompatibles con la práctica democrática de cualquier país, esperemos que se respete la democracia y se evite el agravio comparativo para el alumno religioso.

Tras el anuncio del aumento al 0´7 % de la aportación voluntaria anual para la Iglesia católica hubo voces que igualmente protestaron, y no les faltaba razón porque en definitiva tal aportación conlleva una declaración de fe religiosa determinada, y ello es anticonstitucional. Por otra parte si a la Iglesia se le reconocen una serie de fines sociales altamente benéficos, de servicio a la sociedad, debería ser libremente subvencionada por el Estado del mismo modo que lo son los partidos políticos, los sindicatos (conculcándose con tal práctica su independencia) y hasta las actividades deportivas de todo tipo. O todos o ninguno. Y naturalmente, con todo derecho, las ONG que también han solicitado que lo destinado de forma voluntaria a sus actividades suba igualmente al 0´7, es lo justo. En cuanto a las demás confesiones religiosas se han hecho publicas opiniones distintas, porque si es verdad que todas las confesiones han de estar en pie de igualdad y, por consiguiente, también sus fieles han de tener derecho a destinar un 0´7 % a su organización religiosa, igualmente lo es que para ellas (excepto para la judía, que no hace proselitismo) España es “tierra de misión” y por consiguiente sus adeptos son receptores de abundantes ayudas de otros ricos centros del extranjero, con lo que de producirse una situación de igualdad con la Iglesia católica respecto a tal aportación anual, la situación sería discriminatoria, por lo que se podría hablar hasta de un “enriquecimiento injusto” excepto en el caso de que se les exigiese una completa declaración de “donativos” recibidos y que así se lograra una justa situación distributiva.

Pero todo esto son disquisiciones al hilo de un hecho trascendental, y es que la Iglesia Católica se va a autofinanciar, algo que no se producía desde 1837 en que el Estado inició su política de ayuda económica. Tal vez para compensar el inmenso daño producido por el mismo Estado no solo como consecuencia de las desamortizaciones que afectaron también al comunal municipal, originando una despiadada burguesía capitalista, sino del incalificable robo y destrucción de bienes culturales eclesiásticos con la excusa de subvenir a los gastos ocasionados por la primera guerra carlista. Como ilustración de aquel incalificable hecho reproducimos los dos primeros artículos del Real Decreto de 18 de octubre de 1837, suficientemente clarificador de tan salvaje y destructor latrocinio.